lunes, 16 de diciembre de 2013

Crítica de 'El Hobbit: La Desolación de Smaug' (por Enrique Montero)


Tiempo pasó desde que uno de los mayores hype de este siglo fue anunciado: la anterior trilogía del Señor de los Anillos. Recuerdo la primera vez que la vi en su estreno mundial en 2001 y la verdad es que la disfruté como un enano. Luego llegó la segunda al año siguiente con la gran batalla en el Abismo de Helm, que deleitó a todo fan de la ficción fantástica, que sin duda hizo babear a más de uno y que nos mantuvo tensos en las butacas por ese genial ambiente opresivo que destilaba al verse rodeado de tanto uruk hai. Y ya la tercera no fue tan sorpresiva y adoleció en opinión de los que nos habíamos levantado antes de tiempo, de un final excesivamente largo y ñoño. Aún así la trilogía le salió redonda al casi desconocido Peter Jackson e impulsó a una novel empresa de efectos especiales llamada Weta Productions.

Dicho eso como prólogo no pasaron ni diez años desde la última del Señor de los Anillos y se anunció 'El Hobbit', que sin duda es mi libro favorito dentro de la obra de Tolkien. El Hype fue mayor para mi dado el cariño que le tengo a esta obra en la que destaco su ligereza y sus grandes toques de aventura. Si hay alguien que no lo ha leído y que no fue capaz de pasar del primer libro del Señor de los Anillos se lo recomiendo. Lo que si causó más mi estupor fue cuando primero se anunció que se iba a convertir en dos películas para luego pasar a otra trilogía, algo que parece ya una obsesión para los productores, que tratan de estirar la gallina de los huevos de oro, cosa que puede deteriorar la calidad final del conjunto. Poniéndome en situación diré que la primera película estrenada el año pasado del Hobbit me sorprendió porque supo destilar la esencia del libro. El principal personaje, Bilbo Bolsón, quedó perfectamente definido en los primeros compases del film. Jackson metió una subtrama que no aparece en el libro de la que no me extenderé para no estropear la sorpresa de algunos. La verdad es que no me molestó y me pareció simpática con la inclusión del pintoresco mago Radagast. Respecto a los enanos me sorprendió el acierto de su caracterización y su espíritu indómito y socarrón. Respecto a Gandalf ahí seguía, con un Ian McKellen que se ve muy a gusto en su papel y que cual Deus Ex Machina resuelve situaciones imposibles en el último momento.


Y bueno, recientemente se ha estrenado la segunda del Hobbit con el subtítulo 'La Desolación de Smaug'. Peter Jackson nos ha vuelto a dar otra dosis de aventura, alejándonos de la grandes batallas e incluyendo personajes que a penas son anecdóticos en el libro. Es divertida, entretenida y por supuesto imprescindible sobre todo para aquel que quería ver plasmado en pantalla grande al magnífico dragón Smaug. Respecto al enorme monstruo diré que no decepcionará para aquel que lo imaginaba al leer las páginas del Hobbit. Han acertado con su corte clásico, gracias a Dios se aleja de alguno de los primeros diseños que se dejaron ver en algunos artworks e incluso en una supuesta maqueta del mismo que circundó por la red de redes. Lástima eso sí que dicho dragón no cobre más protagonismo en la película, ya que al seguir la subtrama de Gandalf y Radagast y al añadir escenas que no aparecen en el libro, la parte de Smaug se pospone a casi la última cuarta parte de la cinta. También a otros no gustará el desarrollo del duelo dialéctico entre Bilbo y Smaug, mucho menos reposado que en el film y que comprendo que no se haya llevado a cabo y se haya optado por algo más dinámico con la inclusión de los enanos y las motivaciones del dragón que se muestra más sibilino y vengativo si cabe.


La verdad es que me he adelantado y ya he comentado que es una película recomendable, un 'must have' pero a nadie va a sorprender el buen hacer de Peter Jackson. Técnicamente es muy buena y de lo único que adolece es de una subtrama que realmente sobra pero que quizás sea imprescindible como prólogo a la anterior trilogía ¿Se podía haber resuelto con una película? Yo creo que no pero con dos seguro que habríamos tenido algo más simpático y excelente, una mejor obra quizás. Claro que con todo lo que ha añadido Peter Jackson sería imposible, así que sólo tocará esperar al año que viene para sorprendernos y volvernos a deleitar con la gran batalla que no se describe en el libro ¿Se la volverá a perder Bilbo?
  

Enrique Montero

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