lunes, 27 de enero de 2014

Crítica de 'El Lobo de Wall Street' (por Alberto Pérez)


Ansia de Dinero y poder. ¿Dónde está el límite que separa la fe por conseguir tus objetivos de la codicia? ¿Hasta dónde estarías dispuesto a llegar para mantener ese lujoso estilo de vida? Jordan Belfort vivió esa experiencia a lo grande y nadie mejor que Martin Scorsese para contarnos en primera mano (ya que la peli es una adaptación de una novela del propio Belfort) el ascenso y posterior caída del excéntrico broker. Una visión descarnada que refleja todo tipo de excesos que posiblemente llevaban a cabo los 'yupies' de finales de los años 80 y principios de los 90.
 
"Jordan Belfort es un hombre honrado recién llegado a Wall Street que de forma alucinante acabó convirtiéndose en un auténtico forajido de las acciones. El corredor de bolsa neoyorquino junto a sus alegres colegas, amasó una descomunal fortuna en tiempo récord estafando millones de dólares a inversores para después gastarla de la forma más absurda en mujeres, tranquilizantes, cocaína, coches, su esposa supermodelo y un deseo ilimitado de poseerlo todo. Mientras su empresa, Stratton Oakmont, alcanzaba la cima y él se entregaba a los placeres más hedonistas, la SEC (Comisión de Títulos y Bolsa) y el FBI se acercaban a su imperio de excesos".
 
 
No es la primera vez que el director italoamericano nos cuenta una historia en la que el protagonista vive un ascenso triunfal para sufrir una posterior caída ('Toro Salvaje', 'Uno de los Nuestros'), aunque en esta ocasión Scorsese consigue hacerlo utilizando la comedia como aliada y dejando el drama de lado. Porque otra cosa no amigos pero 'El Lobo de Wall Street' a pesar de contar o querer reflejar un tema tan escabroso como los actos fraudulentos del propio Belfort es una comedia descarada. A través de ese tono cómico acompañamos a esa suerte de 'Robin Hood siniestro' que robaba y estafaba a la gente para poder enriquecerse él mismo y hasta se logra que simpaticemos con un personaje que realmente es vomitivo, un ladrón y estafador despreciable.
 
A ello también contribuye el enorme Leonardo Dicaprio. No creo que sea su mejor actuación, de hecho pienso que en otras ocasiones ha realizado mejores interpretaciones por las que SÍ deberían haberle al menos nominado al Oscar pero desde luego la película es suya. Como el predicador que realmente es (son tremendas sus arengas a sus brokers) nos engatusa como 'antihéroe' y nos trasmite el alma de un personaje sin escrúpulos y totalmente hedonista cuya codicia no tiene límites a la vez que literalmente lloramos de la risa con algunas de las escenas/situaciones que le ocurren.
 
 
Quizá el único que le hace sombra en la peli es quien puede hacerle sombra también en los Oscars de este año, Matthew McConaughey, como mentor del protagonista. Visiblemente delgado por imagino haberse puesto con este rodaje tras el de 'Dallas Buyers Club' en el que perdió hasta 25 kilos, su pequeño papel en la cinta de Scorsese es genial. Sus tres pequeñas apariciones al principio de la película son suficientes para resumir perfectamente la farsa que es Wall Street y para que empaticemos con él con su golpeteo en el pecho como automotivación. El resto del reparto también cumple perfectamente destacando a Jonah Hill como el socio y mano derecha de Belfort quien llegó a reducir su salario al mínimo para poder participar en la cinta. Un movimiento inteligente pues cumple genial como secundario hasta el punto de que su actuación le ha valido su segunda nominación a los Oscars como secundario.
 
 
Destacaría dos momentazos de la peli a parte del diálogo de DiCaprio y McConaughey al principio de ésta: la conversación de Belfort con el Agente Denham (interpretado por Kyle Chandler) en su yate en el que de forma magistral el agente lleva al broker a su terreno por lo mordaz que es (se dice que en la vida real llegó a quitarse de encima a varios agentes del FBI tirándoles dinero a la cara), y por supuesto la secuencia 'colocón y parálisis' de DiCaprio y de Hill por culpa de los Luudes por como digo literalmente llorar de la risaTremenda.
 
 
Resumiendo, una buena comedia descarada con muy buenos diálogos que refleja el buen estado de forma de un Scorsese que a sus 71 años plasma muy bien los excesos del mundo financiero de la época y que te hace ver todavía más que vivimos en un sistema podrido en el que muchos se enriquecen a base de los que menos tienen. Y no tiene pinta de cambiar...
 
 
"Regla número uno de Wall Street. Nadie… No me importa si eres Jimmy Buffet. Nadie sabe si las acciones van a subir, bajar, ponerse de lado o en jodidos círculos. Y menos nosotros los corredores. Es todo un fugazi. ¿Sabes qué es eso? Fugazi, quiere decir falso. Polvo de hadas, no existe. No tiene importancia, no tiene materia. No está en la tabla periódica. No es real. Sígueme. Nosotros no creamos mierda. No construimos nada."
 
 
Alberto Pérez 

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